Ecos de R'Lyeh
Parece que 2011 seguía guardándose valiosos secretos en su seno, como así lo atestigua el segundo largo de esta banda francesa desconocida para un servidor hasta la fecha. Lord Shades es un cuarteto formado por Cyril (guitarra), Fabien (guitarra, coros), Alex (bajo, voces) y Nico (batería, coros), que comienzan su andadura con la publicación de 2008 de su debut autoproducido The Downfall Of Fïre-Enmek. Con The Rise Of Meldral-Nok, también autoproducido, la banda consigue meterse en la final estatal de la batalla de bandas del Wacken Open Air Festival (aún por resolverse), albergando la esperanza de dar el siguiente paso y fichar por algún sello. En vista del nivel que atesora su black/death sinfónico y del mimo con el que cuidan hasta el último detalle de su propuesta (la edición del álbum que me han hecho llegar es para que se te caiga la baba), sería una tremenda injusticia que no acabáramos viendo a Lord Shades al lado de los pesos pesados del género.Y es que mientras Dimmu Borgir llevan 15 años de declive pretencioso y sobreproducido sólo apto para las tragaderas más amplias, Lord Shades demuestran que se puede transitar por los peliagudos parajes del extremismo sinfónico siempre que se tengan el talento y las ideas claras necesarias para dicha tarea. Por la calidad y acierto en sus composiciones The Rise Of Meldral-Nok se acerca más a la propuesta de los todopoderosos Septic Flesh, probablemente su referente más claro y los grandes popes de un estilo que lamentablemente ha caído demasiadas veces en el ridículo y las ínfulas de grandeza. Y lo lamento porque aunque no soy un especial fan del rollo, trabajos como Enthrone Darkness Triumphant o Sumerian Daemons me parecen auténticas lecciones de como aunar agresividad y épica, y no merecen ser tratados a broma. Como tampoco lo es el álbum de este cuarteto galo, que desde la inicial The Leave Taking nos avisa que aquí risas las justas, merced a una soberbia amalgama de factores que hacen de The Rise Of Meldral-Nok un trabajo ganador. Mezclando contundencia, velocidad, épica y una técnica envidiable, el cuarteto ha dado con la proporción alquímica perfecta para llevar sus ideas a buen puerto, la banda sonora perfecta para su lírica tolkieniana. Awareness es probablemente el corte que mejor define a Lord Shades, o el que mejor empaca todas sus facetas en un mismo espacio, demostrando en su primera parte que pueden ser bestias como los que más para poco a poco ir desplegando un gusto exquisito por las melodías guitarreras y los arreglos sinfónicos. Ancient Fears y Lust For Death nos muestran la cara más agresiva de la banda, siendo la primera una exhibición de pegada y grandilocuencia (de la buena) como no habrás escuchado en mucho tiempo, mientras que Lust For Death te hará sonreír recordando a los grandiosos Melechesh con esa brutalidad impregnada de aires orientales. Pero si lo que te pone a cien es la épica desatada e imaginarte en mitad de una batalla entre las huestes del mal y los defensores de la luz (o algo así), The Dark Fleet es tu tema, toda una orgía de coros, teclados molones y guturalidad guerrera que te harán correr a decapitar a orco del tercero izquierda que no para de tocarte los cojones. La exhuberancia sonora que exhibe el disco puede dejarte con la boca abierta, algo que se constata por la ingente cantidad de colaboradores e instrumentos que incluye: percusiones, bouzouki, cello, violín, flautas, acordeón..., y que encuentran en la final The Pledge su máximo exponente, casi 12 minutos de libertad creativa que avisan de las enormes dotes compositivas de estos cuatro señores. Si lo unimos a una producción perfecta y cristalina a cargo de Lasse Lamert (Alestorm) obtenemos como resultado un disco soberbio, y probablemente lo mejor que el género nos brindara el año pasado junto al The Great Mass de Septic Flesh.
Una maravillosa sorpresa, otro gran nombre que añadir a las crecientes filas del metal francés y la constatación de que con buen gusto y talento no hay género que se resista. Olvídate de horteras como Dimmu Borgir y dales una oportunidad a Lord Shades, porque te aseguro que no te vas a arrepentir. Cthulhu